miércoles, 31 de octubre de 2007

POR AUTONOMIA Y COGOBIERNO


¡¡¡Fuera los representantes del gobierno de turno!!!
QUE LA ENSEÑANZA PUBLICA SEA GOBERNADA POR DOCENTES,TRABAJADORES Y ESTUDIANTES!!
La ley de educación presentada por Brovetto al Consejo de Ministros es la negación de la autonomía de la enseñanza.

El proyecto mantiene el Codicen digitado desde el gobierno de turno, el que estará integrado por tres representantes del Poder Ejecutivo y dos electos por los docentes (los estudiantes, nada). Subordinados al Codicen existirán cuatro Consejos (hoy son tres), uno de Primaria, dos de Secundaria (Básica y Superior) y uno de Enseñanza Técnica (actual UTU). En cada uno de estos consejos se repite la digitación gubernamental de sus autoridades.
En Educación Primaria, Media Básica y Media Superior, habrá tres consejeros, dos de ellos designados desde arriba por el gobierno, el tercero por los docentes. En el caso de la actual UTU, la situación empeora, el Poder Ejecutivo mantiene dos integrantes, los docentes un representante, y se integran un representante de los trabajadores y otro de los empresarios (!!), es decir, se avanza en la subordinación a los intereses de las patronales privadas. El ciclo básico se unifica (secundaria y UTU), un planteo que el BID viene haciendo desde la década del ’60 y contra lo cual se levantaron siempre los sindicatos y la izquierda. El profesor Julián Mazzoni (de la ATD de Enseñanza Secundaria, y de la Comisión de Seguimiento del Congreso de la Educación) afirma que este planteo de unificación de los ciclos básicos "va a empobrecer la educación y va a contribuir a consolidad ese Proyecto que el BID tiene para todo el continente latinoamericano".

Por otro lado, diversos sectores de la enseñanza salen de ANEP y pasan a depender directamente del Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Hay más. Al decir del profesor Mazzoni, "además, se crea el Consejo Coordinador del Sistema Nacional de Educación Pública, que tiene 8 miembros de los cuales el Ministro lo preside y ese coordina la Universidad de la República, lo que actualmente es la ANEP (que pasará a llamarse: Administración Nacional de Educación Básica y General) y el Ministerio de Educación y Cultura. Y después, el Consejo Coordinador del Sistema Nacional de Educación Pública,coordinará por encima de eso una Comisión Coordinadora de la Educación que coordinará con los privados. Y esa Comisión Coordinadora de la Educación, que está creada por los artículos 36, 37 y 38 de la Ley, tiene 17 miembros, de los cuales 11 son designados por el Poder Ejecutivo, 3 por los privados y 3 por la Universidad de la República.
Y presidiendo el Ministro de Educación y Cultura e integrada por el Director Nacional de Educación del Ministerio.Quiere decir que ahí va a estar el verdadero centro de poder que va a definir toda la política del país".

El proyecto Brovetto no sólo se contrapone a los postulados emanados del Congreso Educativo del año pasado, como denuncian los docentes y estudiantes. Está en realidad por detrás de las viejas leyes de enseñanza previas al pachecato, que hasta la intervención de la enseñanza por el gobierno de Pacheco establecían consejos con mayor autonomía que el actual proyecto. Por ejemplo, la ley de 1935 referida a Secundaria establecía que estaría dirigida por 7 integrantes, uno de ellos designado por el Poder Ejecutivo a propuesta del Consejo Nacional de Enseñanza Secundaria; los restantes seis integrantes que proponían a este Director, eran representantes de la Universidad (1), Primaria (1), UTU (1) y los docentes (3). En 1970 el gobierno reaccionario interviene la enseñanza (el interventor designado es nada menos que Armando Acosta y Lara, uno de los integrantes del Escuadrón de la Muerte), y en 1971 se vota una ley que destituye al consejo de secundaria y nombra a un consejo desde el gobierno. En 1973 se vota la antidemocrática ley 14.101 (ley Sanguinetti), que liquida la autonomía educativa, creando el CONAE (antecesor del CODICEN). La Ley Brovetto es una versión ‘moderada’ de la reaccionaria ley Sanguinetti. En el caso de UTU, el proyecto de Brovetto vuelve a colocar en su dirección (como sucedía en 1942, cuando fue creada) a las patronales, que habían perdido su lugar con la ley de 1985 que estableció el régimen actual.

Que una fuerza política que en el pasado estuvo identificada con la lucha por la autonomía de la Universidad y de la enseñanza en general, no sólo plantee la exclusión de los estudiantes, sino lo que es peor, el total sometimiento de la educación al gobierno de turno, es un claro indicador de la total putrefacción de ese frente político, en el que está integrada la "izquierda".

Recordemos por ejemplo que hasta el Batllismo (del Pepe Batlle, no de sus epígonos) proponía en su programa" que todos los puestos directivos de la enseñanza secundaria, preparatoria y superior sean ocupados por personas elegidas por los estudiantes y profesores, mediante el sistema del voto secreto"(ver Justino Zavala Muniz, Batlle, héroe civil). Se trata de un postulado democrático elemental, que estaba en consonancia con las ideas emergentes de la ‘reforma universitaria’, que tuvo un jalón fundamental en la rebelión estudiantil de la ciudad de Córdoba (1918), y que tenía mucha fuerza entre los jóvenes y la intelectualidad uruguaya de la época.

En las "primeras 30 medidas" que planteaba el FA en 1971, se incluía el reclamo de los maestros que consistía en la "elección directa" por los maestros del Consejo de Educación Primaria. Hoy esto se abandona, con la "ley Brovetto" el consejo de primaria quedaría conformado con mayoría designada por el Poder Ejecutivo (y los demás consejos también).

En el Congreso educativo de 2006, se resolvió que en "los organismos de dirección del Sistema Educativo Nacional estén representados los docentes, los estudiantes y los padres, además de los funcionarios no docentes de los diferentes organismos de la educación". Se trata de una reivindicación democrática elemental, contra la cual se levanta el gobierno del Frente Amplio, pisoteando las mejores tradiciones políticas del país, y por supuesto de la izquierda.

La FEUU, el CEIPA, la CEEM, el CEM, y todos los gremios estudiantiles de todo el país, deben encarar un plan de lucha por la autonomía y cogobierno de la enseñanza. Fuera el Codicen digitado desde arriba. Por la elección de los consejos por los docentes, estudiantes y trabajadores. Por el 6% del PBI para la enseñanza estatal, ahora. Por boleto estudiantil gratuito para toda la enseñanza pública.
Si el presente es de lucha, el futuro será nuestro!

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